Dionaea muscipula o Venus atrapamoscas

La dionaea muscipula es la más famosa de las plantas carnívoras.

Además de los cuidados generales de las plantas carnívoras, debemos tener en cuenta los siguientes aspectos para el cuidado de nuestra atrapamoscas:

Riego de la dionaea muscipula

El riego de la dionaea muscipula debe ser por el método de la bandeja: se coloca la maceta sobre una bandeja con 2 o 3 centímetros de agua, dejando que el sustrato absorba todo el agua por capilaridad. Una vez sin agua, dejaremos un dia de descanso sin rellenar la bandeja con agua.

El agua debe tener bajo contenido en sales (menos de 100 ppm), por lo que se debe regar siempre con agua destilada, de osmosis o agua de lluvia.

Iluminación de la venus atrapamoscas

La venus atrapamoscas necesita mucha luz solar directa, cuanta más, mejor. Necesita un mínimo de 4 o 5 horas diarias de sol directo, y el resto del día mucha luz indirecta para que se desarrolle sin problemas. Lo ideal son 6 horas de luz solar directa al día, así la planta crecerá mucho mejor y con unos colores más llamativos. Lo más importante es que el sustrato utilizado no se seque al sol, ya que esto podría provocar la muerte de la planta.

Floración

Es posible que la dionaea muscipula genere un tallo floral donde se desarrollaran las flores y, posteriormente las semillas. Debido a que esto supone una cantidad ingente de energía a la planta, se recomienda cortarlo lo antes posible si nuestra planta es joven (menos de dos años de vida) o se encuentra debilitada por alguna otra razón.

De esta manera, evitamos que nuestra planta gaste demasiada energía de sus reservas, debilitando excesivamente a nuestra dionaea o incluso provocando su muerte.

Hibernación

En invierno, con la disminución del fotoperiodo y de las temperaturas, nuestra venus irá entrando en hibernación. Notaremos que tanto las trampas como las hojas van perdiendo color hasta quedarse completamente negras y secas.

No debemos preocuparnos por eso, no se está muriendo la planta, es un proceso completamente normal. Lo que sí podemos hacer es ir cortando las hojas y trampas negras, ya que así, evitaremos la proliferación de hongos que puede afectar a nuestra dionaea.

También deberemos reducir los riegos de la dionaea cuando se encuentra en hibernación. Podremos dejar un par de días de descanso entre riegos, ya que la actividad de la planta se encuentra bajo mínimos.

Si vive en un lugar donde en los inviernos la temperatura por el día puede estar bajo cero durante mas de dos dias seguidos, es recomendable que se proteja a la planta del frio. Si la temperatura solo desciende bajo cero por la noche, no es necesario protegerla.

Sustrato

Como la mayoría de las plantas carnívoras, no es posible utilizar un sustrato universal, ya que su contenido en sales es excesivo y a la larga, provocaría la muerte de la planta.

Como sustrato podemos utilizar turba rubia o musgo sphagnum. En mi caso, he tenido mejores resultados con el musgo esfagno, ya que las plantas han crecido mejor y los colores son mas vivos.

Turba rubia

La turba rubia apenas tiene nutrientes en su composición, además de un ph bajo (entre 3 y 4), lo que le convierte en un sustrato ideal para nuestras dionaeas. También podemos añadir perlita para aumentar la porosidad del sustrato y evitar que este se encharque.

La ventaja sobre el musgo sphagnum es que su precio es mucho menor.

Musgo sphagnum o esfagno

La principal ventaja del musgo sphagnum es que permite una mayor aireación de las raíces de nuestras plantas carnívoras. Además, no corremos el riesgo de encharcamiento del sustrato, ya que el musgo es mucho más poroso que la turba.

También almacena una mayor cantidad de agua respecto a su peso (unas 20 veces), por lo que es más «flexible» en caso de descuidos de riego.

Como contrapartida, el precio del musgo sphagnum es mayor que la turba rubia.

Más información

Asociación Española de Plantas Carnívoras
Tienda online CarnivorasLand
Tienda online Carniplant